Flores de Bach para gatos

Regresar a la rutina no siempre resulta sencillo, al menos para mí.

Cada verano salgo huyendo de la ciudad y su ruido, pero después toca volver - plan en el que vamos a empezar a trabajar ya mismo- y a algunos nos cuesta bastante.
Prueba de ello es el período de adaptación que siempre atraviesa Mojito cuando volvemos, como buen espejo mío que es. Sólo tengo que fijarme en cómo actúa para detectar si algo dentro de mí no va bien.
Sin que lleguemos a su extremo de "pis fuera" o "necesito quitar esta red de la ventana", muestra comportamientos que me llevan a pensar que ambos nos cuesta adaptarnos a vivir en un piso.

Pero la naturaleza siempre provee soluciones, y hoy queremos fijarnos en una de las bonitas que nos ofrece: las flores de Bach.
Se trata de un sistema natural extraído de diversas flores (el sistema original cuenta con 38) que equilibran nuestro estado emocional. Algo que según el propio Dr Bach, es el origen de la enfermedad física.

Como siempre, fueron Nala y Mojito quienes me llevaron a ellas porque las necesitaban: ellos en un primer vistazo, y yo, de fondo.
Las flores de Bach, y otros sistemas que vinieron después (como Mediterráneo), nos invitan a identificar qué sentimos para ver dónde puede estar el desarreglo que estamos viviendo.
En el caso de nuestros compañeros felinos, descubrimos que si hacen pis fuera del arenero, maúllan a todas horas, o atacan las ventanas, hay un tema emocional que necesitamos abordar. 

Para que podáis conocerlas un poquito más os dejo dos enlaces:

-  La presentación del sistema del centro Bach, en Inglaterra.
- La web de Vida natural animal, una página fantástica como la veterinaria que la gestiona.

Namaste

Cristina

Un pedacito del paraíso

(este post ha sido editado tras convertirse Winston en Santuario)

El verano siempre ha sido para mí una época de descubrimiento, interno y externo.
Gente que se cruza o vuelve a cruzar en tu vida, reseteo mental, nuevos lugares... Pero esta vez, no he necesitado irme muy lejos...

En Ávila, una comunidad que siempre he identificado con la ganadería y el auténtico frío de Invernalia, he conocido el Santuario Winston, un pequeño paraíso donde caballos que han sido abandonados o maltratados, comienzan una nueva vida en libertad.

Sólo necesitas cruzar la cancela para sentir que has entrado en un espacio diferente. Allí no hay correas, ni herraduras, ni estribos, sólo caballos siendo lo que nacieron para ser: libres.
Y así se siente uno caminando entre ellos, aprendiendo el respeto, el ritmo natural de las cosas, a aceptar si un caballo quiere que le acaricies o que le dejes tranquilo. 
Se aprender a recordar que todos hemos venido aquí a ser felices y libres; a recordar que todos somos parte de lo mismo, independientemente de si somos humanos o animales.

Conocer Winston ha sido una cura, así que os invito a expermientarlo también. A dejar por un día los atascos y el cielo gris para conectar con esta gran manada y con vosotros mismos.

Toda mi admiración para Dolo y Rafa, dos seres excepcionales y valientes que han levantado este paraíso, y dedican todo su tiempo a conservarlo.


A Relaxing Cup of Café con Yin

Hoy se han cruzado por mi mente un par de damiselas reclamando su post, y como sabemos que los gatos siempre tienen razón, aquí estoy escribiendo su texto, para que todos nuestros felinos puedan conocer a las nuevas estrellas de la familia: Café y Yin.

Realmente, Yin ya protagonizó un post anterior; y hemos debido gustarle, porque decidió quedarse con nosotros. Mientras su hermana biológica salió adoptada en otra familia, Yin hizo un viaje de ida y vuelta, y decidió regresar a su casa, porque aquí tiene una maravillosa misión que cumplir. 

Y para hacer todavía más bonita esta experiencia, aterrizó en nuestras vidas la pequeña Café. Digo pequeña porque, pese a tener ya un año, apenas pesa 2,5 kg y sus patas levantan pocos centímetros del suelo. Pero en ese mini cuerpo, he encontrado la mayor concentración de amor, cariño, lametones y juegos por bigote cuadrado. ¿Se cansará en algún momento de jugar, o tiene un dispositivo para pilas que no he conseguido localizar?

Seguramente os lo estéis preguntando, y la respuesta es sí, ambas son positivas a leucemia. Esto significa que no podrán conocer a Nala y Mojito de momento (los avances veterinarios quizá nos den un día alguna sorpresa). Mientras los gatetes positivos a inmunodeficiencia pueden convivir con otros compañeros felinos sin riesgo de contagio, existe una probabilidad de contagio en positivos a leucemia.

Así que, aunque en casas separadas, estos gatos seguirán disfrutando de todo el amor del mundo. Porque es cierto, Café y Yin son positivas, positivas a disfrutar de la vida cada minuto, positivas a recibir todos los mimos de su familia, y lo más importante, a darlos.

Gracias pequeñas por hacer que nuestra vida sea aún más bonita.



Namaste

Lógica felina

Hoy me he encontrado con este enlace, sobre los gatos y su lógica, y he tenido que compartirlo.
A Mojito parece no encajarle del todo, pero yo aún me sigo riendo

Que lo disfrutéis gatun@s ;)