Recuperando a mi gata... o a una misma

Post especial para aquellos que, como nuestros gatos, leen y ven más allá de las simples letras. Me ha costado escribirlo, pero Naluchina lo merece.

Lees en muchos manuales sobre el origen del gato, su poder para ver más allá del plano físico, su persecución en la Edad Media, el modo especial en que se relacionan con nosotros... Creyentes o no, parece que todo el mundo está de acuerdo en el misterio que envuelve a los gatos.
Pero creo que cuando lo experimentas, al igual que en "Si la cosa funciona" de Woody Allen, entiendes y ves toda la película.

Nala apareció en mi vida cuando acababa de perder a mi padre. Tenía sólo un mes y, como yo, se había perdido.
Desde que apareció en casa, conectó conmigo de una forma muy especial, siempre pendiente de mí, dándome mimos y esperándome en el recibidor en cuanto llegaba.
Por entonces, pensaba que me identificaba con su madre, y que por eso me seguía a todas partes.

Después, llegó el cambio de casa, y tras éste otro, y luego Mojito.
En los últimos meses, Nala se había vuelto una gata más asustadiza que de costumbre, huía a la gente y, aunque seguía siendo mi sombra, apenas jugaba conmigo y no recibía bien los mimos. Pensé que tanto cambio le había afectado, y que estaba completamente descolocada.

Sin embargo, en el mes de julio comenzaron las vacaciones, momento en el que salimos de Madrid, las sesiones de Reiki, y mucho tiempo para descansar y pensar hacia dónde iban las cosas. A pensar en el poso que ciertas personas y ciertas situaciones habían dejado este año, no siempre el más positivo. Sin comerlo ni beberlo, les había dejado campar a sus anchas en nuestra vida.
Y tocaba aceptar responsabilidades, pedir perdón y perdonar, y hacer limpieza.

Quizá hayan sido las vacaciones, haber podido dormir, subir a Ávila y desconectar del mundo, pasar mucho tiempo con mis gatos...
Pero hubo un cambio de chip, y ha sido Nala quien me lo ha mostrado.

Desde hace un mes, ha vuelto a ser la gatita de siempre, buscando y dando mimos, jugando... Se dejaba coger y por supuesto, volvía a plantarse en mitad de la pantalla del ordenador cuando intentaba trabajar.
Algunos pensarán que simplemente se ha adaptado a su nueva casa y a su hermano.
Pero yo quiero pensar que Nala no es sino mi reflejo y que durante estos meses, ha sido el espejo de lo que a mí me estaba pasando; no quise oír su mensaje de 
"Cuídate, algo no va bien. Que le den a la obra, a esos indeseables y tú sabes a qué más".
En el momento en que hubo un cambio dentro de mí, Nala volvió a ser la misma.
Aunque tenía una noción, creo que hasta ahora no he sido consciente de la pequeña guía que vive conmigo, y que Nala cuida más de mí que yo de ella.

Así que, Nala, gracias por haberme buscado, gracias a quien la puso en mi vida, a quienes me han enseñado la realidad de los gatos y gracias a quienes leyendo este post, entienden el mensaje.
Difícil de escribir, pero Naluchina lo merece.


Namaste

Cristina

Martes 13

Pues sí, el pasado martes día 13 llevé a mi gatín negro a castrar... O a una le gustan los riesgos o bien no mira el calendario...
Mojito ya tiene 7 meses, así que era hora de esterilizarle.
Tenía programada la intervención a mediodía, así que sobre la una de la noche anterior le retiré la comida.
Importante: no es agradable que tu gato pase hambre, pero que vomite durante la operación es peor y pone en riesgo su vida. 12 horas de la intervención debemos retirar el alimento; hay foros que dicen que con 4 horas es suficiente. Por favor, haced caso al veterinario.
Para que todo fuera lo más rápido posible, y ahorrar a Mojito y Nala la pregunta de "¿Y mi desayuno?", dejé el transportín y la cartilla de Mojito lista. Así, sólo tuve que saltar de la cama, meter al enano en la cesta, dejar a Nala su desayuno listo y salir al veterinario.
Desde la noche anterior, tenía el feliway puesto, y en el coche también lo cargué.
Mojito es muy bueno, pero aquí la presente madre sufridora no estaba en su mejor momento, y los gatos son muy sensibles a nuestras emociones.

En 20 minutos estábamos en la clínica; sacaron a Mojito de su cesta y me explicaron los pasos que iban a seguir.

¿En qué consiste el proceso?
- Analítica de sangre para reconfirmar que todo está correcto, y tener además un historial de nuestro animal.
- Cirugía. La castración en los machos consiste en la extirpación de los testículos. Al realizarse el corte sobre piel, es mucho menos invasiva que una esterilización en hembras, donde sí se corta músculo. Además, por el tipo de incisión y los puntos que lleva, no es necesario el uso de campana.
- En mi caso, aproveché también para ponerle el microchip.
- Observación en las horas siguientes.

En el siguiente post, os hablaré de la operación de Nala y las diferencias que ha habido entre ambas.

Postoperatorio
Por la noche, pasé a recogerle. Tenía la pechera pelada por las prueba preoperatorias, la patita por la vía y, por supuesto, su zona pudiente.
Llevaba antibiótico y analgésicos inyectados, así que no tenía que preocuparme ni forzarle a tomar pastillas.
Para haber pasado por un cirugía, el muy gamberro estaba bastante despierto. Creo que yo tenía muchas más ganas que él de llegar a casa...
El recibimiento de Nala no fue el deseado: como venía impregnado con el olor de un hospital y de otros animales, precisamente besos no le dio, aunque a los 20 minutos la situación se había normalizado.
Me comentaron en la clínica que era posible que Mojito no quisiera comer, ni tan siquiera tomar agua, aunque en mi caso, ¡se zampó dos bolsas de comida húmeda! Pobre.
¿Cómo pasó las 24 horas siguientes? Durmiendo como un bendito.

La mañana del segundo día me despertó saltando como un mono por la casa. Mejor señal de recuperación no hay.
Pasadas las 48 horas, tocaba revisión. Todo estaba normal, aunque seguía inflamado, pero la herida estaba prácticamente cerrada.

El viernes pasado le dieron el alta. Sí noté que ahora ir al veterinario no le gusta tanto, llevaba bastante miedo, pero aún así, se dejó explorar sin problema.
Ha pasado estos días con toda normalidad, jugando y brincando. Le ha crecido bastante el pelo, y casi no se le nota el rapado, aquí os dejo una foto:

¿Mojito se pasará ahora el día durmiendo? 
Al contrario de lo que muchos piensan, castrar a un animal no supone que éste se vuelva un tranquilote (sobre todo si hablamos de cachorros) ni que gane peso de repente, para eso existe el pienso específico de gatos esterilizados y nuestro criterio a la hora de alimentarles.
Mojito tiene 7 meses y Nala dos años, ambos castrados. Creedme, los maratones por la casa y saltos por encima del sillón no han terminado. Eso si, nada de arañar cortinas ni tapicerías.
¿Qué supone para un gato?
Evitas el proceso del celo, cuando no pensamos cruzarle, marcas de territorio, patología futuras... 

Con esta operación, he podido ver una vez más el papel tan importante que el veterinario va a jugar en la vida de nuestros compañeros. 
Si bien es una operación sencilla, no deja de ser una cirugía que entraña sus riesgos, con anestesia general de por medio. Por eso creo que es fundamental dejar a nuestros animalines en manos de profesionales que sean de confianza, que les conozcan tanto a ellos como a nosotros.
Además, al igual que en salud humana, un buen profesional pedirá ver al gato a los dos días y a la semana para darle el alta, no va a desentenderse.

Gracias a los astros y al equipo de veterinarios tan maravilloso que le atendió, todo salió bien. Y gracias también a mi amiga Susan que ese día tuvo que sufrirme...

Namaste

Cristina

Campaña de esterilización felina

Hoy compartimos una gran iniciativa de nuestras amigas de la Asociación Protección Felina, junto con la Clínica veterinaria ZAFRA de Madrid.
Desde el pasado mes de junio se puso en marcha una campaña de esterilización para gatos y gatas a unos precios más que asequibles
¡Ahora se amplia hasta finales de agosto
!

Aquí encontraréis el enlace con todos los detalles.

 (Fuente imagen: www.proteccionfelina.org)

¿Por qué es tan importante esterilizar a nuestros gatos?
Aparte de la prevención de posibles patologías (tumores, falsa preñez...), problemas de comportamiento (como el celo y la marca del territorio en machos), está el control/descontrol de la población felina.
Imaginad: si una gata tiene una camada de 5 crías, que a su vez tienen otras camadas, que a su vez tienen otras... Así nos encontramos con gatos abandonados y colonias de gatos callejeros expuestos a todo tipo de peligros en una ciudad, donde nadie les cuida.
Por no contar el número de gatos que son abandonados porque sus dueños no querían cachorros.

Lo hacemos por nosotros mismos, por nuestros mininos, y por aquellos que no van a a encontrar un hogar.

Namaste

Cristina

Tarde de vídeo

Amig@s,

Hoy comparto con vosotr@s un vídeo que nos han presentado mis compañeros de la división de veterinaria.
Segundas lecturas aparte, creo que es realmente bueno y muy ingenioso, con un gran mensaje: debemos dar lo mejor a nuestros mininos.

Viéndolo una segunda vez, me paro a pensar: qué grande tiene que ser un animal para despertar tanto misterio a su alrededor... cuando en realidad tiene mejores cosas que hacer antes que planear un ataque, como por ejemplo, tirarse al sol.
Debe ser algún tipo de herencia popular, en la que la historia se han encargado de perfilar a los mininos como seres maléficos, que esperan el momento para atacarte.
En fin, deberían ver a las dos pegatinas que tengo en casa, de las que por cierto he recibido también comentarios del tipo "¿no te da miedo tener gatos negros?".
Me da miedo coger el coche a las 7.30 de la mañana, ver cómo cambian las facturas tras un 21% de IVA, poner el telediario... eso sí da miedito...

Aparte de eso, sé que mis gatos sólo van a darme de vuelta lo que han recibido de mí, y viceversa. Bastante sencillo, ¿no creéis?

Por algún motivo, no puedo insertar directamente el vídeo, así que aquí os dejo el enlace. Espero que os guste:

"Mis primeras vacaciones" by Mojito

¡Hola amigos!

Acabo de regresar de mis mini vacaciones en Ávila, la primera vez que estaba en el campo y no sabéis cómo me lo he pasado.
Éste soy yo en el jardín, ¿a que salgo muy guapo? Me he puesto muy morenito.
El jardín... Ese paraíso para cualquier gato, donde podemos trepar, comer hierba y cazar bichos. Y escaparnos cuando no nos ven...
Quitando mis primeros días de vida que pasé en la calle, nunca había salido fuera, así que estaba como loco.
Mi humana había vallado una parte para que Nala y yo pudiéramos salir sin escaparnos.
Tomó como puntos de apoyo los postes del cenador y un árbol, de modo que las rejas estuvieran bien sujetas. Jeje, qué inocente: ¡cuantos más puntos de apoyo tenga y más tensa esté la valla, mejor para mí!
No os quiero contar cuánto tardé en detectarlo y subirme al árbol. Claro que ella también lo detectó y saltó corriendo detrás de mí. Qué pena no tener cámara de fotos en ese momento porque estaba para verla...
En resumen, que mi plan exploratorio quedó truncado porque desmontaron el chiringuito y lo volvieron a montar, utilizando sólo los postes del cenador. Al estar cubierto por arriba, no podía atravesar el techo, aunque lo intenté. 

Utilizó dos tipos de enrejado, uno con trazas más pequeñas, perfectas para que pudiera enganchar las uñas y trepar. Lo utilizaba para subirme cual mono, pero como no podía cruzar al otro lado, acababa bajando después de un rato:


Y éste, con el enrejado más grande. No me gustó nada, porque costaba mucho trepar y acabé desistiendo; la parte de arriba estaba abierta, pero no era capaz de subir. Sólo estaba bien para cotillear:


Bueno amigos, ya sabéis: cuanto más tensa esté la valla y más pequeños sean los cuadrados, mejor podréis escalar.
Procurad que no aten el enrejado tras un poste de metal, porque ahí no hay quien enganche.

En otro post os cuento mi primer encuentro con África y con el sol (sí, los gatos también podemos quemarnos en el hocico y las orejas si no nos cuidan).

Abrazos felinos

Mojito